Tomas de corrientes, interruptores, cables, conexiones… son muchos los elementos que forman parte de una instalación eléctrica dentro de una vivienda y todos ellos tienen que estar en excelentes condiciones así como cumplir con la normativa vigente, ya que de eso va a depender la seguridad del hogar. Por eso ninguna compañía eléctrica no ofrece este servicio si no se encuentran seguras de la calidad de las instalaciones.
El boletín eléctrico San Sebastian de los Reyes o certificado de instalación eléctrica, es un documento oficial que se encarga de garantizar que todos los requisitos son cumplidios para poder recibir el suministro y para que sea oficial tienen que estar emitido por un electricista autorizado.
Aunque cada comunidad autónoma tiene un modelo de certificado diferente, la información común que debe contener es la potencia que está instalada y la máxima que se admite, ya que una potencia alta va a precisar unos cables más gruesos.
También tiene que aparecer un esquema y un plano en el que estén ubicados los elementos de la red, así como las características de todos los elementos que están instalados como tomas de tierra, interruptor diferencial, aislamiento de los conductores, etc.
Todas las viviendas, naves industriales y locales tienen que tener un certificado actualizado. Su vigencia dura veinte años por lo que una vez que ha transcurrido este tiempo se debe solicitar una inspección nueva que va a ser exigida por la compañía distribuidora. En el caso de comprar una vivienda de segunda mano, hay que comprobar que el boletín no haya caducado, en cuyo caso solamente habrá que cambiar la titularidad del usuario.
Este certificado es necesario también cuando se compra una vivienda nueva, cuando se aumenta la potencia contratada puesto que la compañóa tiene que verificar que la instalación va a poder soprotar ese aumento y cuando ha existido un corte de luz debido a un impago.
Si el resultado es favorable se puede conseguir el certificado en un plazo máximo de cinco días, de lo contrario hay que esperar hasta que se lleve a cabo una inspección mucho más detallada para modificar los defectos posibles, por lo que puede tardarse bastante más tiempo.
No hay una tarifa única por lo que el precio va a depender de la instalación que se vaya a inspeccionar y de la mano de obra. En cualquier caso suele oscilar entre los 80 euros y los 300.